Tras haber
patentado una máquina de contar billetes junto a Samuel W.
Souléen en 1864;
un inventor aficionado, Carlos Gliddenle
sugirió la posibilidad de convertir su aparato en una máquina de escribir.
Cuatro años después el 23 de junio de 1868 patentó
su idea, a la que siguió dedicando gran parte de su tiempo. En 1872 vendió
la patente (US 79.265) de su máquina por 12.000 dólares a Densmore and
Yost, que llegó a un acuerdo con E. Remington and
Sons (entonces fabricantes de máquinas
de coser) para comercializar la que fue conocida como «Máquina de escribir
Sholes and Glidden». Remington empezó la producción de su primera máquina de
escribir el 1 de mayo de 1873 en Ilion (Nueva York).
Sholes continuó trabajando en nuevos desarrollos para la máquina de escribir durante la década de los sesenta, entre los logros obtenidos se encuentran el teclado QWERTY en 1873 y el desarrollo del mecanismo que traslada el golpe al tipo que ha de imprimirse, inspirado en el funcionamiento de las teclas del piano. También desarrolló el rodillo sobre el que se sitúa el papel, un contrapeso para que el rodillo y el papel se fueran desplazando, la palanca, para cambiar la línea.
Seguimos usando el mismo diseño que creó Christopher Sholes hace más de 130 años. Su esquema innovador aceleró el proceso de escritura, cambiando para siempre nuestra forma de hacer las cosas. Conoce más sobre este genio que un mundo tan cambiante logró trascender hasta nuestros días.
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ResponderEliminarEl trabajo es sobre historia de la informatica y aquí hablas de una máquina de escribir